UN INTRIGANTE RETRATO FAMILIAR REALIZADO ENTRE 1865 Y 1868

Los retratos familiares en Genealogía son el tipo de fotografía que más información puede aportar a una investigación de historia familiar. Son muchos los elementos a analizar: desde la estética de la composición hasta la vestimenta de los retratados pasando por la reconstrucción del contexto que pudo rodear a la fotgrafía o la misma procedencia del objeto fotográfico, es decir, quién la ha conservado hasta nosotros; también son más interesantes si tiene anotaciones manuscritas o no; si figura en el reverso el sello del fotógrafo, y muchas otras cuestiones. En este caso la fotografía objeto de estudio puede tener muchos elementos para identificar a sus protagonistas, y sin embargo, ninguno podemos afirmarlos al 100%. Veamos cuáles son esos elementos.

– No tiene anotaciones manuscritas que permitan identificar a los retratados.

– El sello fotográfico es «Fotografía Madrileña, Angulo, Pintor y Fotógrafo»; activo en Sevilla y Badajoz entre 1865 y 1868 según informa el directorio Clifford.

– La fotografía la conservó la nieta de una hermana de mi bisabuelo, por lo que nuestros antepasados en común serían mis tatarabuelos (sus bisabuelos).

– No tengo antepasados naturales de la ciudad de Badajoz, pero a quienes podría relacionar con ella es a mi tatarabuelo Vicente y su esposa Adelaida: él, era barbero-sangrador en la Casa de Dementes de Mérida (manicomio) y en el Hospital San Juan de Dios, desde 1842 y 1854 respectivamente. Estas instituciones benéfico-asistenciales dependían de la Diputación provincial, cuya sede presidencial se encontraba en Badajoz, entonces capital de la provincia.

– Si el fotógrafo en cuestión estuvo activo en la ciudad entre 1865 y 1868, tendría sentido pensar que mi tatarabuelo Vicente, que en 1864 había obtenido el título de practicante en la Universidad Central de Madrid, acudiera a Badajoz a presentar su acreditación como practicante a la autoridad competente. Una vez allí, podría haber aprovechado para fotografiarse, ya que en esos años en Mérida todavía no había fotógrafo con estudio abierto. Pero, ¿habría ido solo o acompañado? 

– En la fotografía aparecen tres personas, dos mujeres y un hombre. No hay ninguna anotación manuscrita que permita identificar a los retratados por lo que nunca podré afirmar sus identidades. También resulta muy complicado atribuir una edad a cada uno de ellos así que en primera instancia hay que recurrir a la apreciación subjetiva. En todo caso, esta apreciación quedaría solamente en eso, la opinión del observador, aunque siempre ayuda poner en contexto y aportar el máximo número de datos posible para tratar de objetivizar la apreciación. Y eso es lo que voy a intentar aquí.

 

Retrato familiar sin identificar; posible datación 1865-1869. Archivo particular Geneartis.

DATOS INCUESTIONABLES

Sobre el fotógrafo

Según el sello que aparece en el reverso, el autor fue un tal Angulo, pintor y  fotógrafo. Al parecer abrió dos estudios fotográficos uno en Sevilla y otro en Badajoz. El nombre oficial fue “Fotografía Madrileña Angulo” y estuvieron situados en la calle San Eloy nº2 de Sevilla y en la calle San Blas nº2 de Badajoz. Solamente con estos datos no podemos avanzar en la interpretación de este retrato familiar, por eso es necesario seguir contextualizando la fotografía. Existe un buscador online de fotógrafos activos en España entre 1839 y 1900 (que lleva el nombre del que fuera un importante fotógrafo en el siglo XIX, el galés Charles Clifford (1819-1863), establecido por primera vez en Madrid en 1850). Dicho buscador ofrece la posibilidad de introducir nombres y/o apellidos: la búsqueda por el apellido ‘Angulo’ ofrece tres resultados:

ANGULO GARRIDO, José

Nacido en Morón de la Frontera hacia 1845 y activo entre 1869 y 1925 en Sevilla en la calle San Eloy, nº2.

ANGULO ROMO, Galo

Nacido en Madrid hacia 1829 y activo entre 1865 y 1868 en Badajoz bajo los nombres comerciales “Fotografía Madrileña Angulo” y “Fotografía Madrileña Angulo, Brugada y Cia” y situado en Campo de San Juan con entrada por calle San Blas nº2.

BRUGADA

Sin otra seña de identidad personal más que la coincidencia en el nombre comercial “Fotografía Madrileña Angulo, Brugada y Cia”, establecido en Badajoz en Campo de San Juan, también entre 1865 y 1868.

Hasta aquí existe la correspondencia entre el sello del reverso de la fotografía que conservo y el Directorio Clifford, que no es poco. Podríamos asegurar casi sin equivocarnos que esta fotografía fue tomada en Sevilla o Badajoz entre 1865 y 1868. ¿Cómo salir de dudas respecto al lugar? Para quien se encuentre ante esta situación sin haber investigado su historia familiar, resultaría imposible atribuir la ciudad donde fue tomado el retrato. Este no es mi caso. Muchos años de investigación con diferentes documentos de distinta procedencia y cronología me permiten reconstruir la trayectoria de mi tatarabuelo Vicente Solís Gallego y asegurar con rotundidad que fue en Badajoz y no en Sevilla. Sus principales datos biográficos y fechas son importantes para seguir con el análisis de la fotografía. 

Reverso del retrato familiar. Archivo particular Geneartis.

Sobre su familia

Vicente nació en Mérida (Badajoz) en 1825 y murió en la misma ciudad en 1889. Fue el primero de seis hermanos nacidos del matrimonio entre Martín Solís (1804-1854) y Rosa Gallego (1803-1860), de los cuales cuatro llegaron a edad adulta incluido él. Fueron: Antonia (1829-1855); Hipólito (1833- ¿?) y Josefa (1838-1915), además de Vicente mi tatarabuelo como decía.

 Vicente, a los 43 años de edad, se casó con Adelaida Marta López (26 años menor que él) en julio 1868, una edad algo avanzada para lo común en la época. Su primer hijo, que sería mi bisabuelo Luis Solís Marta, nació en julio de 1869.

No he encontrado ningún documento ni referencia que sitúe a Vicente ni a ningún otro familiar en Sevilla entre 1865 y 1868. La única salida de Mérida anterior a 1869 es la del mismo Vicente entre 1862 y 1864 a Madrid para realizar la prácticas correspondientes para la obtención del título de Practicante en los hospitales de La Princesa y el General.

Desde las Cortes de Cádiz (1812), la competencia sobre las instituciones benéfico-asistenciales recaía en las Diputaciones o gobiernos provinciales establecidos en las capitales de provincia. En aquellos años de la segunda mitad del siglo XIX, Badajoz, y no Mérida, era la capital provincial. Sería lógico pensar que una vez obtenido el título de practicante (1864) y para dar cumplimiento al artículo 40 de la Ley de Instrucción Pública de 1857 (Ley Moyano) que regulaba la Enseñanza de Practicantes, Vicente acudiera a la autoridad sanitaria provincial a presentar su titulación para seguir ejerciendo legalmente en la Casa de Dementes y en el Hospital de Mérida. ¿Se retrataría Vicente en Badajoz por el fotógrafo Angulo aprovechando este supuesto desplazamiento? Nunca lo sabré a ciencia cierta, lo que sí sé, es que Vicente estuvo en Badajoz a finales de 1864. 

La estancia de Vicente en Badajoz

Puede ser casualidad o no, pero en septiembre de 1864 Vicente obtuvo de la Universidad Central el título de practicante. Tres meses después, el Jefe de la Sección de Fomento del Gobierno de la Provincia de Badajoz dirige al rector de la Universidad Central de Madrid un documento firmado en Badajoz con fecha 22 de diciembre de 1864 en el que asegura que D. Vicente Solís Gallego “acredita haberse hecho entrega del título de Practicante expedido a su favor por la superioridad, a fin de que pueda conservarse unido a su expediente”. De ese mismo día, es el documento adjunto al pago de tasas escrito por el mismo Vicente que dice así: “He recibido del Sr. Jefe de Fomento el título de Practicante, expedido a mi favor por la Superioridad. Y para que conste firmo el presente en Badajoz a veinte y dos de diciembre de mil ochocientos sesenta y cuatro”. 

Expediente de Vicente Solís Gallego. Fuente: AHN_Universidades, 1716, Exp.33, fol. 3.
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Expediente de Vicente Solís Gallego. Fuente: AHN_Universidades, 1716, Exp.33, fol. 4.
Acta de Examen de Practicante de Don Vicente Solís y Gallego. Fuente: AGA_Signatura_31/16795.

Es la única evidencia documental de que mi tatarabuelo Vicente Solís Gallego estuvo personalmente en Badajoz y fue para lo que sospechaba, hacer entrega del título de Practicante. Ahora bien, volviendo al fotógrafo Sr. Angulo y siendo estrictos, su estudio o laboratorio parece que estuvo abierto al público solo entre 1865 y 1868, por tanto no habría sido posible que mi tatarabuelo acudiera a su estudio a retratarse. Efectivamente el Directorio Clifford indica ese marco temporal, pero, ¿abriría de verdad en 1865 o cabría la posibilidad de que fuera antes? Haciendo una búsqueda en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica, pude encontrar la primera referencia sobre Angulo. Fue en el periódico la Crónica de Badajoz en su edición del 23 de septiembre de 1865. En otra referencia de poco más de un mes después, aparece la misma referencia pero precedida de dos interesantes párrafos que podrían hacer pensar que llevaba más tiempo establecido como fotógrafo. Esta segunda referencia, también en la Crónica de Badajoz, número 130, publicado el 3 de noviembre de 1865 se menciona a Fotografía Madrileña a cargo del pintor y fotógrafo Angulo y compañía. Me permito transcribir los dos párrafos iniciales por el interés que tienen no solo para el intento de situar en el tiempo su laboratorio fotográfico, sino por la propia técnica fotográfica y la forma en que la publicitaba: 

Crónica de Badajoz, 23.IX.1865.

A nuestra llegada, hace tiempo, dimos al público los párrafos que terminan este manifiesto, al que hoy podemos añadir, tenemos demostrado lo que ofrecimos como podrá enterarse el que guste favorecer nuestro laboratorio en donde verá una crecida colección de retratos conocidos de esta ciudad. Advertimos, que los numerosos pedidos con que nos honran, no nos han permitido despachar las copias con el tanta prontitud como deseábamos; pero hoy, ya tenemos medios de abarcar mayor elaboración con toda la rapidez que el tiempo permita y las buenas circunstancias de las tarjetas; pues en nuestras fotografías no se notará esa sulfuración que se ve en la mayor parte de las que circulan, que al poco tiempo, toman color de café y amarillos los blancos

¿Hace tiempo puede ser un mes y una semana? Podría ser que sí, pero no puedo asegurarlo. Lo que no voy a hacer es afirmarlo rotundamente para forzar que en diciembre de 1864 Vicente se fotografiara en el laboratorio de Angulo y así atribuir la identidad de los fotografiados. Pero, igual que no puedo afirmar que abriera antes de septiembre de 1865, tampoco puedo negar que aunque el Directorio Clifford indica que cesó su actividad en 1868, todavía en noviembre de 1869 aparecen referencias al mismo laboratorio en la Crónica de Badajoz. Lo que se anunciaba en particular era una rebaja en los precios para ajustarse a todas las capacidades económicas. Ya no hay más referencias en 1870, año en el que parece ser falleció.

Crónica de Badajoz, 23.XI.1869.

Sobre el trayecto entre Mérida y Badajoz

Todavía queda algo más que plantearse respecto al desplazamiento de Vicente desde Mérida a Badajoz antes de entrar en el estudio de las personas retratadas. Ya lo expuse en un artículo del número 3 de Revista Descendientes, y no es otra cosa que la forma en que pudo realizarse dicho desplazamiento, la recién inaugurada conexión ferroviaria entre las dos ciudades. Esto fue posible desde el 20 de octubre de 1864 momento en el que entró en funcionamiento la línea de ferrocarril de Ciudad Real a Badajoz, concesión en poder de la compañía ferroviaria M.Z.A. (Madrid-Zaragoza-Alicante). El trayecto recorría una distancia de 80,5Km en un tiempo aproximado de 2 horas por un precio de 40 reales. En este caso, sí podríamos asegurar que en diciembre de1864 cuando Vicente hace entrega de su título en Badajoz, haría el viaje en la línea de ferrocarril recién inaugurada.

Ilustración que reproduce el momento de inauguración del ferrocarril que enlaza España y Portugal. El Museo Universal, 9.XII.1866.

Procedencia de la fotografía

¿Cómo llega hasta mí esta fotografía? Es necesario avanzar varias generaciones para hacerle el seguimiento correcto. Vamos allá:

Vicente Solís y Adelaida Marta tuvieron los siguientes hijos:

          Luis (1869-1936)

          Adela (1871-1942)

          Rosa (1873-1874)

          Antonia (1877-1959)

          Ernesto (1887-¿?)

Luis era mi bisabuelo y en las fotografías que han llegado hasta mí por su línea, no estaba esta fotografía.

Adela y Antonia emigraron a Francia al final de la Guerra Civil. Adela falleció en 1942 soltera, sin trabajo y sin hijos en la ciudad francesa de Fumel. Antonia, se instaló finalmente en París donde vivió con su hijo pequeño, César; el mayor, Javier, vivía en Burdeos donde se casó y tuvo dos hijas, Marie Louise y Celia. La historia de cómo conocí la trayectoria de los Colmena Solís es digna de ser contada pero no es este el momento. La cuestión es que en el año 2012 la familia Colmena de Francia (descendientes de Antonia Solís Marta) y los Solís de España (descendientes de Luis Solís Marta) nos conocimos en Madrid 80 años después de que nuestros antepasados se separasen. En esta reunión, Celia, nieta de Antonia, nos enseño esta fotografía y dijo que la llevó consigo su abuela Antonia desde España, pero no sabía decir de quiénes se trataba.

 

Una vez contada la trayectoria conocida de la fotografía volvemos al terreno de la especulación y las dudas. Si esa fotografía la conservó Antonia Solís Marta, es lógico pensar que los fotografiados fueran personas muy cercanas a ella. Cercanas, pero no contemporáneas ya en 1938 cuando cruzó la frontera hacia Francia. Recordemos que según el sello fotográfico, la fotografía fue tomada entre 1865 y 1868 (o incluso en 1869) en Badajoz, de ninguna manera en Sevilla. El padre de Antonia que fue Vicente Solís Gallego, era de Mérida, como ella, y sabemos que estuvo en Badajoz en diciembre de 1864, aunque nada nos dice que no pudiera haber estado más veces al menos hasta 1869, mientras Angulo tuvo su laboratorio fotográfico en la entonces capital de la provincia. 

DATOS CUESTIONABLES

Posible identidad de los fotografiados

Supongamos que así lo hizo, y supongamos también que es el hombre del bigote del retrato. ¿Quiénes son las otras dos mujeres? Para intentar responder a esta cuestión, hay que conocer a las mujeres vivas de su entorno familiar entre 1864 y 1869. Vamos a ello:

 Descartamos a su madre Rosa Gallego que había fallecido en 1860.

Tampoco podía ser su hermana Antonia que murió todavía antes, en 1854.

Sí que podría ser su hermana Josefa que tenía 13 años menos que él.

También podría ser su mujer Adelaida, 26 años menor que él.

Pudiera ser su suegra Carmen López, solo 4 años mayor que Vicente; siempre y cuando la fotografía se hubiera realizado antes de marzo de 1868 que es cuando falleció Carmen, madre de Adelaida.

No creo mucho en la posibilidad de que fuera su cuñada Francisca Álvarez, mujer de su hermano Hipólito.

 

Y no hay más mujeres conocidas en su entorno más próximo. 

Edades y relaciones familiares

Veamos las edades que tenían las personas mencionadas entre 1864 y 1869.

          Vicente Solís: tenía entre 39 y 43.

          Josefa Solís (hermana): tenía entre 26 y 30.

          Adelaida Marta (mujer): tenía entre 14 y 18.

          Francisca Álvarez (cuñada): edad no conocida pero tendría en torno a 31 y 35.

          Carmen López (suegra): tenía entre 43 y 47.

Recordemos que en julio de 1868 Vicente y Adelaida contrajeron matrimonio cuando ella tenía 17 años y acababa de quedar huérfana (su padre, Capitán de la Guardia Civil había fallecido en Barcelona a principio de año y su madre y hermano pequeño en Mérida hacía unos pocos meses) por lo que tuvo que formarse un expediente matrimonial y hacer una reunión con entrevistas a familiares cercanos de Adelaida para que aprobaran el matrimonio con Vicente.

 

Tenemos por tanto que el hombre podría tener en torno a 40, la mujer de la derecha unos 20 y la de la izquierda sobre los 30. 

Los retratados entre 1865 y 1868

Vamos con el hombre. Si fuera Vicente Solís tendría, como he calculado anteriormente entre 39 y 43 años. ¿Encaja con la apariencia del retratado? ¿Por qué no? Lo que está claro es que no tiene ni 20 ni 70. Lo bueno que tienen los retratos dobles, triples o familiares, es la posibilidad de comparar las apariencias con las edades que podrían tener en el momento en que la fotografía se tomó. Vamos pues con las mujeres.

La de la derecha: ¿Qué edad aparenta? ¿Se aproxima más a 26-30 o a 14-18? ¿O a ninguna de esas edades? Mi opinión personal abstrayéndome de sospechas y sabiendo todo lo que sé, diría que se trata de una mujer joven de unos 20 años.

La de la izquierda: Diría que es más mayor que la anterior, y diría sin muchas dudas que podría tener unos 30 años.

Dando por válidas todas las reflexiones y los datos de contexto aportados como la procedencia de la fotografía, el sello fotográfico, la conexión entre Mérida y Badajoz, las edades que tendrían Vicente y sus familiares mujeres entre 1865 y 1869, etc. me atrevo a decir que los fotografiados fueron Vicente, su mujer Adelaida y la hermana de él, Josefa. Para facilitar el conteo de edad, pongamos que la fotografía fue en 1868:

Vicente:  44 años

Josefa: 31 años

Adelaida: 18 años

Parecidos, semejanzas y signos (especulación subjetiva 100%)

Lo que a mí más me llama la atención es la mirada y la forma de la nariz entre el hombre y la mujer de la izquierda. La curva del dorso de la nariz me parece casi idéntica. ¿Podrían ser padre e hija? ¿O serían hermanos? Si fueran hermanos, ¿quién sería la mujer de la derecha y por qué se fotografió con dos hermanos? ¿Sería quizás la mujer del hombre? ¿Tendría sentido que se fotografiara un matrimonio con la hermana de él? Los vestidos de las mujeres parecen iguales, diría que se trata del mismo vestido, confeccionado con la misma tela y diseñado igual. Las dos llevan un abanico en la mano. Los significados sociales y de relación que tienen los abanicos en la historia social sería un tema demasiado denso para analizar aquí y que no conozco muy bien. ¿Qué hay de las posiciones? El hombre parece que sujeta un cigarrillo entre los dedos y con esa misma mano se inclina sutilmente sobre la mujer de la derecha, ¿implicaría eso algún tipo de unión o de relación más estrecha?  Los tres están apoyados sobre un pedestal decorado típico de las fotografías del siglo XIX.

Era muy frecuente en retratos de hombres acomodados (como en las conocidas carte de visite o tarjetas de visita patentada en París en 1854 por el fotógrafo frances Disderi). Era un signo de buena posición social y vida acomodada, del mismo modo que lo era el sombrero o aparecer con la mano dentro de la solapa de la chaqueta. Que estén los tres apoyados sobre el pedestal, ¿podría significar que son miembros de la misma familia y su soporte de vida es el mismo? Quizás estas cuestiones son ya demasiado complejas e imposibles de demostrar pero, algunos de los ensayos literarios de mayor repercusión sobre historia de la fotografía desde varios puntos de vista como el social, artístico y técnico de autores tan relevantes como Walter Benjamin, Roland Barthes, Regis Durand o Susan Sontag, entre otros, reflexionan sobre estos extremos. 

CONCLUSIÓN

Este relato no es una justificación para allanar el camino a la afirmación de que el retrato corresponde a Vicente Solís Gallego mi tatarabuelo fotografiado con su hermana Josefa y su mujer Adelaida. Es una contextualización lo más objetiva posible sobre todo lo que envuelve a esta misteriosa fotografía. Sí que es cierto que todos los datos conocidos me ayudan a apuntar en una dirección y plantear el posible elenco de protagonistas, pero no es más que eso. No sé si el hombre del bigote es Vicente ni si sus acompañantes son su esposa y su hermana; creo que nunca lo sabré a no ser que localice otra fotografía relacionada o encuentre a otros descendientes vivos actualmente que tengan una copia, y esta sí, contenga anotaciones manuscritas identificando a los retratados. 

 

Nota final:

Las referencias bibliográficas del pie de página son algunos de los ensayos más trascendentes sobre el estudio crítico de la fotografía como fenómeno social, artístico, técnico y visual. 

Bibliografía

  • BARTHES, Roland. La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía. Barcelona: Paidós, 1989.

  • BAUDELAIRE, Charles. El público moderno y la fotografía, en Salones y otros escritos sobre arte. Madrid: Visor, 1996, pp. 229-233.

  • BENJAMIN, Walter. Sobre la fotografía. Valencia: Pre-Texos, 2013.

  • DURAND, Regis. El tiempo de la imagen. Ediciones Universidad de Salamanca, 1999.

  • SONTAG, Susan. Sobre la fotografía. Barcelona: Ediciones de bolsillo, 2011.

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